Denise Alvarado: “El balance de la primera temporada del Fútbol Femenino Zaragoza es positivo”
A sus 27 años, Denise cuenta con la experiencia de haber jugado en tres países distintos. Argentina -su nación natal-, Brasil y España le han visto crecer como futbolista. Una vida ligada al deporte y una lucha interna entre el fútbol sala y el fútbol 11. En ambas disciplinas ha sido convocada por la selección absoluta de Argentina, llegando a jugar el Mundial de fútbol sala 2011 con la albiceleste. Currículum difícil de superar.
¿Cuándo empiezas a jugar a fútbol?
Desde pequeña me ha gustado jugar. De manera profesional, empecé a jugar con 14 años a fútbol 11. A los dos meses de entrar en el club me convocaron con la selección sub-17 de Argentina. Con 17 años me convocaron también con la sub-20. Después de eso dejé el fútbol 11 y me pasé a fútbol sala.
¿Por qué cambias de deporte si te estaba yendo bien?
Se formaba un equipo nuevo de fútbol sala en Argentina, donde me entrenaba una amiga. En ese momento me motivaba más la idea de cambiar. También hubo ciertas circunstancias personales que me hicieron decidirme por jugar a fútbol sala.
¿Cómo te fue el cambio?
La verdad es que fue muy bien. A los 18 años me convocaron en la selección Argentina de fútbol sala y jugué el Mundial 2011 en Brasil, en Fortaleza. Jugamos contra Rusia, Portugal, Japón… España estuvo en el Mundial y perdió la final contra Brasil en el alargue.
¿Después de esa experiencia internacional, continúas jugando a fútbol sala?
Sí, claro. En Argentina jugué en Boca Juniors, donde estuve un año. Después me llamó el entrenador de River Plate, que se estaba formando nuevo el equipo. Allí jugué dos años y ganamos varios torneos nacionales.
¿Cambiaste de Boca a River? ¿Eso es traición?
Sí (se ríe). Cambié de Boca a River a préstamo, no podía jugar los enfrentamientos entre ellos… Me pusieron muchas condiciones… y ya me fui a Brasil.
¿Notaste mucha diferencia entre Brasil y Argentina?
Muchísima. Brasil es más estructurado a nivel de club, pese a ser clubes de barrios menores por así decirlo. Funciona a base de muchos colaboradores, ayudas del Ayuntamiento… Si ves una camiseta de algún equipo de Brasil está llena de patrocinadores.
Y tras tu paso por Brasil llegas a España hace casi ya dos años… ¿cómo fue?
A través de una amiga que jugaba en España y conocía a Chus. Me pasó su teléfono, estuvieron viendo vídeos y me invitaron a hacer la pretemporada en Morata. Desde entonces todo perfecto, llegué aquí y muy contenta.
¿Qué recuerdos tienes de tu primera temporada en España?
Fue duro porque tuve que acoplarme a otro sistema de juego nuevo. En Brasil se jugaba más a la técnica, eran partidos muy intensos, mucho ataque y poca defensa… Había muchas jugadas ensayadas para atacar, pero a la hora de defender era más escasa la preparación. Aquí hay que dominar ambas facetas, se parece más al fútbol sala de Argentina.
En Argentina cambiaste de fútbol 11 a fútbol sala y aquí al revés… ¿por qué?
Lo hablamos Chus y yo y me pareció una idea interesante, así que decidí unirme al Fútbol Femenino Zaragoza. Ha sido una buena experiencia volver a fútbol hierba, me gusta mucho y estoy contenta. Cuando me dijo el proyecto me pareció interesante y también era un reto para mí ver de qué era capaz.
Independientemente de la posición final, ¿cómo calificarías la temporada?
La verdad es que diría que muy buena. Quitando el pequeño bajón anímico que tuvimos a mitad de liga, creo que es un equipo muy bueno a todos los niveles, tanto en lo futbolístico como en lo personal. Podría haber sido mejor, obvio, pero el balance es positivo.
¿Qué tal la relación en el vestuario?
Estoy muy contenta en ese sentido. La mezcla de jugadoras, entre experimentadas y “niñas”, es muy interesante. El ambiente en el vestuario, dentro de la cancha, fuera del campo… es muy bueno. Se puede hablar de cualquier cosa entre nosotras.
¿Cómo es el nivel que te has encontrado en la territorial aragonesa?
Creo que es bueno, hay buenos equipos. Nosotras hemos mostrado en ciertos momentos un nivel muy alto, sobre todo en partidos intensos, de alta exigencia. Sin menospreciar a ningún equipo, podemos estar a la altura de cualquiera.
A falta de dos jornadas, ¿hay opciones todavía de alcanzar el playoff?
Nunca se deja de soñar… Siempre hay una esperanza. Ojalá consigamos entrar en el playoff pero, si no se consigue, la temporada no dejará de ser buena y lo seguiremos intentando al año que viene.
¿Qué ha podido faltar este primer año para dar el salto definitivo?
La consolidación y compenetración que solo se puede obtener en los entrenamientos. Un poco más de compromiso para entrenar y este equipo podría ser diez veces mejor, porque calidad hay de sobra.
Para terminar, ¿te gustaría mantener el bloque la temporada que viene?
Sin ninguna duda. ¡El año que viene más y mejor!