El Sala Zaragoza se despedía de la Primera División, categoría en la que militaba desde 2018 hace escasas fechas. El club está ya trabajando en la nueva temporada, que arrancará a mediados del mes de agosto y, el primer paso para volver a lo más alto es el acuerdo firmado con OLIVER para la adquisición de tecnología GPS para los entrenamientos, con el fin de dotar de herramientas profesionales y de calidad a las jugadoras y cuerpo técnico, buscando disponer de las mejores armas para volver a la máxima categoría del fútbol sala femenino en el plazo más corto posible.

La puesta a punto física de las jugadoras es vital a la hora de afrontar una competencia donde se buscará el ascenso a Primera División, por lo que el club entiende que incorporar tecnología GPS traerá valiosos beneficios a corto, mediano y largo plazo. Equipos de fútbol sala como Jimbee Cartagena, Industrias Santa Coloma Córdoba Patrimonio de la Humanidad, Noia Portus Apostoli y Ribera Navarra de la Liga Nacional de Fútbol Sala masculino utilizan OLIVER desde hace ya algunos meses.

OLIVER es una plataforma que, a través de un dispositivo inteligente colocado en una media cubre-espinillera, ciencia deportiva y una app, brinda información clave, a través de decenas de métricas, para mejorar rendimientos y prevenir lesiones. Es una herramienta clave para los preparadores físicos y entrenadores que, a través del análisis de los datos de sus jugadores, pueden mejorar en la toma de decisiones, además de contar con información pertinente para la planificación de entrenamientos.

Rafa Albalad, preparador físico del Sala Zaragoza apuesta por esta tecnología, innovadora en el fútbol sala femenino porque, en su opinión, “Oliver aporta una serie de variables que nos permiten conocer con exactitud cuáles van a ser las demandas competitivas que van a tener las jugadoras y preparar los entrenamientos en base a la información que nos ofrece la tecnología GPS “.

El principal problema de los chalecos o la tecnología GPS en general era que debido a que se desarrolla indoor, el techo evita que se puedan recopilar los datos de manera correcta y precisa. Esto convertía a la tecnología de élite algo obsoleta para el Fútbol Sala, ya que no se podían medir sus métricas de manera correcta hasta hace pocos años. OLIVER gana cada vez más terreno en el Futsal gracias a que resolvió este problema a través de un cambio sustancial: posee sensores inerciales que detecta pasos, permitiendo prescindir del GPS y de esta manera obtener las métricas con la misma precisión, pero sin que el techo sea un limitante.